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A la orden

Definición del término "a la orden":

Se trata de una modalidad de pago que consiste en fijar una fecha para el abono del importe. Además, el cobro del pago puede transferirse o cederse a terceros.

Cuando compremetemos una transacción a la orden garantizamos la adquisición de un bien o servicio en el presente, sin necesidad de disponer de los recursos económicos necesarios en el momento pero, con la obligación de realizar el pago dentro de una fecha límite.


Otra de las singularidades de la metodología de pago a la orden es que cuando un documento es emitido bajo esta modalidad significa que es posible transmitir esta circurstancia económica a terceros. Por lo que podemos transferir el cobro a otros sin que este hecho modifique la cantidad, la fecha límite u otras condiciones preestablecidas.


La modalidad de pago a la orden está muy extendida gracias a que es una metodología de pago y cobro muy sencilla. Se trata pues, de una método de cobro el cual está disponible en multitud de las entidades financieras, ya que dinamiza las transacciones y no causa ralentizaciones administrativas. Además, permite financiar compras a cambio de un pago futuro en un corto plazo.

¿Cuándo se utilizan los pagos a la orden?

Los pagos a la orden son una de las metodologías de pago más extendidas. Así pues, podemos encontrar distintos tipos de pago que se acogen a esta modalidad de transacción, tales como:


  • Pagarés.

  • Cheques.

  • Letras de cambio.


Los más habitual es que la modalidad de pago a la orden se utilice en operaciones comerciales que contemplan cantidades económicas bajas y tengan como fecha límite una media de 3 meses. Por todo ello, se puede decir que los también denominados títulos a la orden son utilizados por personas físicas y jurídicas. Ya que es una modalidad empleada tanto por personas como por proveedores y pequeños y medianos comerciantes.

Un ejemplo de pago a la orden

Supongamos que nos quieren retribuir mediante un pagaré a la orden. Este pagaré (que está en nuestro poder) podemos dárselo a otra persona (cederlo).

Pero, ¿para qué querríamos dárselo a otra persona?. Pues bien, imaginemos que tenemos que pagar una factura, pero que ese momento no tenemos dinero en efectivo para hacerlo, pues el pagaré es un compromiso de pago.


En este caso, como necesitamos realizar la compra, cabe la posibilidad de acordar con el vendedor darle nuestro pagaré por el valor de la compra. Es decir, compraríamos un bien o servicio con un documento a la orden, en este caso un pagaré, cediendo la propiedad del mismo.


De este modo, al ser un pagaré a la orden, está permitido que un tercero (el vendedor) pueda luego cobrar ese pagaré, el cual tendrá una fecha límite sin poder cobrarse, tras ella, ya será posible cobrar el importe del mismo.